Ruta Amalia Carvia

La última aventura en la que nos hemos embarcado desde Lumbre ha sido la organización de la Ruta en homenaje a Amalia Carvia en la ciudad de Cádiz. Para ello, hemos contado con la colaboración e imprescindible participación del investigador Manuel Almisas Albéndiz, autor del libro «¡Paso a la mujer! Biografía de Amalia Carvia».

Conmemoramos a Amalia y su obra, cuando se cumplen 70 años desde su fallecimiento. Repasar la vida y obra de Amalia supone recorrer convulsos años en la historia de Cádiz y del país, desde su nacimiento (1861) y primeros años de vida, enmarcados en la Revolución Gloriosa y el Sexenio Democrático, hasta su muerte (1949) tras el golpe de estado fascista que acaba con la Segunda República. De su vida cabe destacar su papel como maestra laica y escritora, su defensa a ultranza de la república, y la incansable lucha y batalla por los derechos de las mujeres, que le llevará a ser parte activa y protagonista de diversos episodios fundamentales para entender la larga lucha feminista que llega hasta el presente.
LA RUTA
Gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz, se ha podido crear una ruta histórica de Amalia Carvia, que cuenta con 13 puntos en la ciudad, de los cuales 5 tienen una placa física en el callejero de nuestra ciudad. La ruta cuenta con un tríptico informativo que podéis encontrar aquí. A continuación ofreceremos información desarrollada de dichos puntos, así como un mapa en el cual localizarlos.

1) C/ Hércules, 4.
Amalia Carvia nació el domingo 12 de mayo de 1861 en el número 4 de la calle Hércules, junto a la plaza del Mentidero en la ciudad de Cádiz, en el seno de un hogar humilde formado por su padre Manuel, de origen gallego y de profesión peón, y su madre Ana, onubense y de familia jornalera. En 1863 nacía en esta misma casa su hermano Manuel, que tanto influirá en su vida.
Son años que se suceden convulsos en la historia política española, con el derrocamiento de Isabel II durante la Revolución de la «Gloriosa» en 1868 y la proclamación de la I República Española el 11 de febrero de 1873, con el consiguiente movimiento cantonalista de los republicanos federales. Es precisamente este contexto, acunada Amalia por voces gaditanas que hablaban de república y revolución, de las gestas de Fermín Salvochea y del «Evangelio del Pueblo» de Roque Barcia, el que la marcará ideológicamente hasta el final de sus días.
2) C/ Ceballos, 4 (antigua C/ La Bomba)
En esta casa nació en 1865 el último miembro de la familia, su hermana Ana, que se convertirá en Valencia en la primera década del siglo XX en una destacada feminista y en una pionera del sufragismo en España. En ese momento firmará como «Ana C. Bernal», en honor a su madre. Amalia y Ana fueron inseparables en sus andaduras por los ambientes republicanos, masones y feministas de Cádiz, aunque de carácter más retraído y con menos vocación literaria. Para Amalia, Ana siempre fue un ser superior, y un ejemplo de mujer moderna y progresista.
3) Plazuela de la Oca, 1.
Aquí tuvo su primera sede la Sociedad Protectora de Animales y Plantas que fundó en Cádiz el culto periodista y escritor Ambrosio Grimaldi en enero de 1872. Es considerada la primera que se creó en España, destacando en los primeros años por sus campañas contra el maltrato animal en los mercados, y contra las corridas de toros.
Amalia se convertirá en su madurez como una decidida animalista que leía en su escuela laica el Boletín de la Sociedad Protectora de Valencia. En uno de sus artículos recordó que ella y su familia asistieron «a la constitución en Cádiz de la Sociedad Protectora de animales y plantas». Entonces Amalia tenía apenas 11 años.
4) Arco del Antiguo Hospital Real (Plaza del Falla).
El padre de Amalia, Manuel Carvia Carneiro, fue peón o sirviente, con toda probabilidad, en el Hospital Real durante el tiempo en el que vivieron en la calle Hércules y Ceballos, entre otras. Sin embargo, en el año 1876 conseguirá el puesto de portero de la Facultad de Medicina, y por tanto, el domicilio de la familia se trasladó a la casa portería de la Facultad en la antigua Plaza de Alfonso XII, junto al Hospital Provincial de la época. Amalia tenía en este momento 15 años, su hermano Manuel 13 y su hermana Ana, 11. Vivirán aquí hasta el año 1891, momento en que Manuel volvería a ser promocionado, esta vez al cargo de bedel.
A pesar del ambiente universitario que la rodeó tras esto, serían su hermana Ana y su hermano Manuel los que cursarían una carrera, al contrario que Amalia, a quien podemos considerar autodidacta en su formación cultural humanista y librepensadora. Será en esta época cuando se convertirá en ferviente seguidora de la poetisa y dramaturga, defensora de los derechos de las mujeres, Rosario de Acuña.
5) C/ Puerto Chico, 1.
La primera actividad pública de Amalia fue en el Círculo Librepensador «Guillén Martínez» que se inauguró en marzo de 1887 tras el regreso de Fermín Salvochea del exilio. En ese Círculo, Amalia participó activamente en varias ocasiones leyendo poemas y trabajos en prosa sobre la mujer.
Escritora y publicista desde los 24 años, momento en el que escribió una carta que le publicaron en Las Dominicales del Librepensamiento (Madrid) adhiriéndose a la figura de Rosario de Acuña, Amalia no dejaría de escribir poemas y narraciones cortas en al menos quince publicaciones de varias ciudades españolas durante 54 años, por lo que ha sido catalogada por muchos contemporáneos como «escritora». La profesora Mª Dolores Ramos la considera, junto a otras mujeres librepensadoras como Rosario de Acuña, Belén Sárraga o Ángeles López de Ayala, una de las escritoras olvidadas de la Generación del 98.
6) C/ Solano, 27.
La vida y obra de Amalia Carvia no se puede entender sin el semanario Las Dominicales del Librepensamiento (1883) y sin las figuras admiradas de sus directores: Ramón Chíes y Fernando Lozano-Demófilo. No es casualidad que será la de Amalia una de las firmas más prolíficas y constantes a lo largo de los 26 años en que vio la luz dicha prensa. Por eso, no hay que dudar que Amalia comenzó a adquirir Las Dominicales al lado de su casa, en esta calle de Solano donde vivía el veterano republicano Manuel Cabello García, secretario de un Círculo librepensador creado en abril de 1884 en Cádiz, junto a Isidoro Ángel y Ramírez Brunet, y que en esos años fue el corresponsal administrativo y vendedor de Las Dominicales en Cádiz. ¡Cómo correrían las jovencitas Amalia y Ana todas las semanas a comprar el semanario librepensador a solo una manzana de la casa-portería de la facultad donde vivían!
7) C/ Villalobos, 7.
Fue en esta casa, «templo» de la logia masónica «Regeneración», donde Amalia y su hermana Ana fueron iniciadas en la masonería el 15 de mayo de 1887. Amalia llegaría al grado 3 o maestro masón, ejerciendo el cargo de «oradora adjunta» y «oradora» durante mucho tiempo. Sin embargo, las logias, aun siendo mixtas, no dejaba de ser un espacio masculinizado que entorpecía la entrada de las mujeres en la misma. Por este motivo, en el año 1895 Amalia fundó la Logia Femenina de Cádiz «Hijas de la Regeneración», donde llegaría a ostentar el cargo de «Venerable Maestra».
En el año 1896 la nombraron miembro de la Comisión Ejecutiva de la Asamblea Masónica de la provincia de Cádiz, hecho completamente insólito hasta el momento.
8) C/ Encarnación, 33.
En esta casa estuvo la administración del diario El Socialismo, impulsado por Fermín Salvochea. Fue el primer medio gaditano donde donde vio la luz un trabajo de Amalia. Fue la reproducción del discurso sobre la mujer leído por Amalia el 1 de octubre de 1887 en el Círculo «Guillén Martínez». En dicho periódico se menciona la presencia y actuación de Amalia, a veces acompañada por su hermana Ana, en las veladas de dicho Círculo Librepensador.
9) C/ Rosario Cepeda, 10-12.
Mientras que El Socialismo, Diario Popular, El Pueblo o El Trabajo, cubrían en la prensa gaditana el espectro político e ideológico de Amalia, donde se reveló como una propagandista de ideas, fue en el El Manifiesto «Diario republicano-progresista», cuya redacción se encontraba en esta casa, donde se publicaron las primeras narraciones cortas de Amalia en 1890, demostrando por primera vez más que era «escritora».
Aunque su primera profesión declarada fue la de pintora autodidacta, pronto destacaría en la ciudad como profesora laica, publicista y escritora, participando en un sin fin de círculos intelectuales y literarios, con discursos o conferencias, destacando su participación en la lecturas de poemas en los entierros civiles de destacados republicanos y masones en el cementerio de San José.
10) Plaza Jesús Nazareno, 9-11.
En 1891, cuando su padre dejó de ser portero de Facultad y ascendió a bedel, la familia se mudó al segundo piso de esta casa, y allí residió Amalia durante nueve años hasta que decidió trasladarse a Valencia. Coincidió que en los bajos de su casa se instalaron en los siguientes años la sede del nuevo «Círculo Librepensador» en febrero de 1896, del que Amalia fue miembro de la Directiva; la Asociación femenina «Concepción Arenal», en 1897, que fundó y dirigió, y la redacción del diario obrero El Trabajo en 1899, donde colaboró como redactora.
11) Calle Nicaragua, 11 (antigua calle Bilbao)
El 11 de febrero de 1898 se celebró en el salón-teatro del Centro Republicano de Cádiz situado en esta casa, la celebración del 25º aniversario de la proclamación de la Primera República Española. La primera que abrió el acto fue Amalia, presentándola con frases elogiosas el conocido republicano Eloy Agredano. El periódico La República (Cádiz) transcribió gran parte de su discurso, y advertía que no hacía falta presentar a Amalia Carvia- pues «todos los republicanos de Cádiz conocen de antiguo a tan ilustrada demócrata, distinguida escritora y dama apreciabilísima, por sus virtudes y por sus escritos en favor de la buena causa». Este reconocimiento constituye la prueba concluyente de la figura de Amalia como referente femenino en el ambiente republicano gaditano.
12) C/ Manuel Rancés, 26.
En el número 26 de la calle Manuel Rancés, Amalia y su hermana Ana acudieron muchas veces a visitar a la madre de Fermín Salvochea, Pilar Álvarez, mientras éste estuvo en prisión por segunda vez desde 1891. Amalia le dedicó a Salvochea bellas palabras en numerosas ocasiones, hablando de la «dulce amistad» que tuvo con él mientras vivió en Cádiz. Siempre lo mencionó con gran admiración, y al final de su vida escribió un hermoso artículo donde se considero la «hija espiritual» de Fermín. Sin embargo, en uno de los aniversarios de su muerte, Amalia alabó la figura de Pilar Álvarez, a la que consideraba figura fundamental en la conformación de la personalidad de Salvochea.
13) Plaza Viudas, 9.
Además, también se consideró amiga y admiradora del maestro republicano Vicente Ramírez Brunet, creador de la pionera «Escuela Pestalozziana» de Cádiz, que estuvo varios años situada en la Plaza Viudas, y cuyos postulados humanistas y progresistas siguió durante los más de treinta años que ejerció como maestra laica. Precisamente, uno de los últimos actos públicos de Amalia en Cádiz, fue en agosto de 1899 durante el funeral de Brunet, donde acompañó al féretro hasta el cementerio y allí leyó un poema en su memoria.
En 1900, Amalia decidió marchar de Cádiz y seguir a su hermana Ana que se había trasladado a Valencia varios años antes. Allí siguió siendo redactora de la prestigiosa revista en medios obreros y librepensadores La Conciencia Libre, que dirigía Belén Sárraga, y colaboró en la «Asociación General Femenina». En dicha ciudad se convertirá años después en una figura feminista y sufragista indiscutible, y en un referente político e intelectual cuando llegó la Segunda República, viviendo una segunda juventud lleno de reconocimientos. Falleció en Valencia en 1949.
